Tu sencilla y dulce mirada
Dura. Dura ha sido la vida contigo compañera. Y siempre
estabas ahí poniéndole la mejor de tus sonrisas para que te dejase quedarte
otro rato más iluminando nuestras vidas. Desde la sombra, desde los pequeños
gestos que nos regalabas y que hoy cobran más sentido que nunca.

Te hemos visto crecer, tanto musical como personalmente, y
te hemos visto interpretar la marcha más dura y complicada que puede haber: la
vida. Llena de silencios, de matices, de notas complicadas. A veces piano y a
veces fuerte, pero nunca dándote por vencida para seguir adelante.
Hoy te has tenido que marchar, sin darte cuenta de lo
fundamental que eras para esta familia musical. De lo importante que era verte
cada día cuando alguien entraba en el ensayo o escucharte tocando tu instrumento en
cada actuación.
Hoy has dejado nuestros corazones hundidos, nuestro alma rota y nuestro pensamiento completamente desolado.
Hoy has dejado nuestros corazones hundidos, nuestro alma rota y nuestro pensamiento completamente desolado.

Ahora que seguro estás junto a él: muéstrale, enséñale lo que has hecho. El camino que has transitado. Muéstrale tu devoción por él, por la Semana Santa, por las cofradías y por la música. Enséñale cómo tantas y tantas semanas de pasión ibas tras él, acompañándole en su duro camino, en su dura pasión.
Seguro que allí donde estés ahora te encontrarás también con su madre, la Virgen de la Piedad, otro de tus grandes amores. A ella también invítala. Que vea lo que hiciste, que vea como fuiste y que vea lo que sientes por ella. Seguro que ambos estarán encantados de recibirte y de estar contigo.

Lo haremos como tú siempre lo has hecho. Con humildad, con amor por lo que hacías y con el mayor toque de personalidad posible.
Recuerda que donde quiera que vayas, contigo irán los sones de esta agrupación, poniendo la banda sonora a tu camino celestial que hoy has comenzado.
Hasta siempre Sheila.
BCT Clemencia