Tu sencilla y dulce mirada
Dura. Dura ha sido la vida contigo compañera. Y siempre estabas ahí poniéndole la mejor de tus sonrisas para que te dejase quedarte otro rato más iluminando nuestras vidas. Desde la sombra, desde los pequeños gestos que nos regalabas y que hoy cobran más sentido que nunca. No, nos negamos a decirte adiós. Nos negamos a olvidarte, porque lo que se lleva en el corazón deja una huella imborrable para la eternidad. Una marca que se forma por miles de recuerdos que comenzaron a crearse hace ya más de 10 años, cuando decidiste entrar en nuestras vidas y dejar que nosotros formásemos parte de la tuya. Te hemos visto crecer, tanto musical como personalmente, y te hemos visto interpretar la marcha más dura y complicada que puede haber: la vida. Llena de silencios, de matices, de notas complicadas. A veces piano y a veces fuerte, pero nunca dándote por vencida para seguir adelante. Hoy te has tenido que marchar, sin darte cuenta de lo fundamental que eras para esta familia musical.